AMBIENTALISMO: POR FIN NOS DESCUBRIERON
La nueva edición del Diccionario de la Real Academia Española incluye varias nuevas palabras, y entre ellas se encuentra la palabra «ambientalista«. Se podría decir que «por fin nos descubrieron!», y este sería un nuevo certificado de la legitimación social del ambientalismo. Es un paso bienvenido, aunque no puede evitarse preguntarse porqué eso les tomó tantos años: el movimiento ambientalista, las demandas ambientales, y las políticas ambientales, tienen sus hombros casi medio siglo de existencia.
En el avance de la vigésima tercera edición del diccionario de la lengua española, aparece como artículo nuevo «ambientalista». Se lo define de la siguiente manera:
1. adjetivo. Dicho de un científico: Especializado en el estudio del medio ambiente. (usada también como sustantivo)
2. adj. Dicho de una persona: Que se preocupa por la calidad y la protección del medio ambiente.
3. adj. Dicho de un estudio, de una teoría, etc.: Que se ocupan del medio ambiente.
A su vez, cuando se busca en el diccionario la palabra «ambientalismo», las cosas se complican un poco más, y se encuentra lo siguiente:
1. masculino, culto, Chile y El Salvador: ecologismo.
O sea que para la RAE, ambientalismo solo se usaría en un par de países, y es un sinónimo de ecologismo.
Siguiendo esta cadena de palabras, en el caso de «ecologismo», se encuentra:
1. masculino, Movimiento sociopolítico que, con matices muy diversos, propugna la defensa de la naturaleza y, en muchos casos, la del hombre en ella.
Pero hay una advertencia que es un artículo enmendado, y como avance de la 23a edición ya se incluye la nueva acepción de ecologismo como:
1. masculino. Movimiento sociopolítico que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente.
Es una definición más o menos aceptable, e incluso mejor que la anterior. De todos modos, a mi modo de ver, el término ambientalismo me parece de un uso más difundido en América Latina.
También es llamativo que se persista en los vocablos «medio ambiente», lo que claramente es un uso inadecuado. En sentido estricto desde una perspectiva ecológica, se debería utilizar únicamente «ambiente», mientras que «medio» es por ejemplo el sustrato o condiciones externas, usándoselo por ejemplo para referirse al «medio acuático». El uso de «medio ambiente» parece ser que se originó en malas traducciones del francés. En castellano, en sentido riguroso basta hablar de «ambiente».
la fuerza que va tomando la propuesta ambientalista, va obligando a reconocernos como una salida a la crisis mundial en todos los ordenes.
me aparece exelente este articulo
La verdad que lo que mas llama la atención es que recién se reconozca esta palabra!
Muy interesante y perspicaz el artículo!
Muy bien, es positivo que cada vez se logren mas reconocimientos, en estos años de mucho desarrollo y que nos hagan reflexionar y valorar nuestro ambiente, que vamos a dejar a nuestros descendientes que tanto queremos, en la practica nos estamos olvidando de ellos.