SOSTENIBILIDAD, PROGRESISMOS Y DESARROLLO

Como todos saben, en América Latina se han diversificado los gobiernos del llamado «progresismo», y en todos los casos, se enfrentan diversas tensiones y contradicciones tanto sociales como ambientales. Atendiendo a esa circunstancia, les comparto un breve cuaderno sobre las ideas del desarrollo en el continente y la conformación del «progresismo» como una expresión política específica y sus importantes limitaciones para abordar la temática ambiental.
El texto fue publicado hace poco tiempo atrás por el Observatorio de la Sostenibilidad de la Fundación Cristina Enea, en el País Vasco. Allí se retoma la idea de la divergencia entre izquierda y progresismo, ya adelantada en algunos artículos anteriores, sumándole algunos ejemplos destacados.
Sostenibilidad, políticas gubernamentales y modelos de desarrollo en América Latina se puede descargar aquí: GudynasSostenibilidadDesarrolloProgresismo14R
Sin hacer una evaluación o critica exhaustiva del escrito, me permito hacer las siguientes observaciones: las categorías izquierda-derecha ya no explican la complejidad de estos tiempos y el progresismo no permite caracterizar a toda américa latina porque hay muchas diferencias. Tampoco hay que subestimar el populismo, bien representado, y cuyas consecuencias van mas allá de cualquier ideología. Por otro lado el neoliberalismo no es parte del pasado (ver página) y sigue siendo un gran disciplinador económico, social o ambiental. Solo quería incorporar estas opiniones al debate imprescindible que aporta la publicación
Excelente, Eduardo. Muy claro. Comparto casi todas tus apreciaciones. Lo único que no comparto del todo es la visión que exponés de la izquierda anterior al «progresismo». Creo que más bien es la izquierda que a algunos (vos y yo incluidos) nos hubiera gustado ver. Pero dentro de la llamada izquierda siempre hubo diversas visiones de la realidad y los problemas ambientales o la preocupación por la alienación consumista no estaban realmente en la agenda de la mayoría de ellas más allá de que se incluyeran en el discurso. Habrá que seguir peleando por una «verdadera» izquierda, que considere estos temas como centrales, no sólo de su discurso sino principalmente de su acción.