LOS BOSQUES SEGUN LA FAO: «NO ME ANIMO A DECIR LO MAL QUE ESTAMOS»

LOS BOSQUES SEGUN LA FAO: «NO ME ANIMO A DECIR LO MAL QUE ESTAMOS»
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La FAO publicó su «Situación de los bosques del Mundo – 2009«. Es un documento curioso, pero su estilo no es inusual: las secciones dedicadas a las evaluaciones y recomendaciones políticas y económicas son ambiguas, mientras que los datos concretos dejan en claro que la situación real es grave. Es otro ejemplo típico de recientes informes de Naciones Unidas: estamos mal, pero no me animo a decirlo claramente.

Los datos del reporte indican que la deforestación sigue su marcha en América Latina, pero en el documento se caen en eufemismos, las agendas de acción son tímidas y confusas, y por supuesto, no hay culpables ni responsables.
En el resumen del informe, la FAO comienza su abordaje sobre América Latina y el Caribe indicando que los «bosques y la actividad forestal en mérica Latina y el Caribe se verán influidos por el ritmo de la diversificación económica y los cambios en la dependencia de la tierra.» Una conclusión muy obvia y sin ninguna novedad; podríamos esperar algo mejor de una agencia internacional.

Enseguida, FAO presenta un escenario casi optimista para América Central y el Caribe, al sostener que en esa región:

«… el aumento de la urbanización causará el abandono progresivo de la agricultura, la deforestación disminuirá y algunas de las áreas desforestadas se convertirán de nuevo en bosques.»

En América del Sur, la FAO afirma que:

«… a pesar de la baja densidad de población, es poco probable que el ritmo de deforestación disminuya en un futuro próximo.»

El reporte indica que los elevados precios de los alimentos y del combustible «favorecerán la deforestación continuada para la producción ganadera y de cultivos agrícolas», pero a pesar de ello, los países podrían «beneficiarse de manera considerable del aumento de la demanda de los bienes públicos mundiales proporcionados por los bosques», y los «bosques plantados aumentarán, fomentados por inversiones privadas y por la continua demanda mundial de madera y productos madereros de Asia.»

Después de ese panorama bastante vago, repleto de frases vaporosas, y donde no existen responsabilidades ni de los gobiernos ni del empresariado, una lectura de los datos concretos arroja un panorama mucho más preocupante: en los últimos quince años, la región perdió casi 64 millones de hectáreas de bosques (un 7 %, de su superficie forestal). Más de un tercio de la deforestación global tiene lugar en América Latina y el Caribe.

Por si fuera poco, todos los países presentaron una pérdida neta de bosques entre los años 2000 y 2005 (solo hay dos excepciones, Chile y Uruguay, donde el aumento se debe a plantaciones artificiales de árboles).

Los países del continente pierden sus bosques naturales por una amplia gama de factores, olvidados en unos párrafos del reporte de FAO, aunque presentes en otros. Estos incluyen desde la extracción de madera a la pérdida de las áreas boscosas por reconversión a usos ganaderos y agrícolas. La FAO sigue bastante confundida en distinguir entre «plantaciones de árboles» y bosques naturales, aunque en algunas frases del informe se reconoce que una hilera de eucaliptos no permite «contrarrestar» la desaparición de bosques y selvas, con toda su fauna y flora autóctona. La consecuencia de ese tímido reconocimiento es que no se puede postular que las plantaciones artificiales permitan recuperar bosques nativos — una conclusión que no se expresa con claridad.

Los datos de este informe obligarían a que la FAO afirmara con mayor precisión que la situación de los bosques es grave, y la tendencia es la persistencia de la deforestación.

En efecto, la persistencia en ciertos patrones de consumo y usos productivos indican que los boques seguirán deteriorándose, no sólo por el aumento en el uso de productos forestales sino por el avance de la agricultura y ganadería, e impactos asociados (como los incendios forestales). El actual patrón de comercio exterior, donde América Latina aparece como proveedora de recursos naturales en los mercados globales, acentúa esa tendencia. Y también debería decirse que los gobiernos, todos ellos, han hecho poco y nada en casi todos los casos, y donde han intentado algo (como en la Amazonia de Brasil), las medidas no han funcionado con éxito, ya que la tasa de deforestación sigue dependiendo del mercado global forestal y agroalimentario.

El reporte de la FAO debería dejar bien en claro todas estas relaciones estrechas entre estrategias de desarrollo nacionales, comercio global, y los actores concretos en esa dinámica. Es cierto que esas cuestiones se mencionan, pero la FAO lo hace de manera tan confusa en unas ocasiones, y tan políticamente correcta en otros sitios, que toda sustancia se desvanece. El sentido de urgencia en la acción desaparece. Y mientras esperamos el próximo reporte de FAO, la situación continúa agravándose.

El reporte de FAO disponible (en pdf) aquí…

5 Respuestas a LOS BOSQUES SEGUN LA FAO: «NO ME ANIMO A DECIR LO MAL QUE ESTAMOS»

  1. Maurício Galinkin 05/05/2009 a 00:23

    Eduardo,
    Esses documentos dos organismos internacionais estão ficando cada vez mais fluídos, incapazes de tomar posições que desagradem às grandes empresas multinacionais que dominam o comercio internacional de alimentos, de hard e softwares, etc.
    E parabéns pela estréia na blogosfera, onde suas análises serão muito úteis para os internautas.
    Boa sorte!
    Um abraço,
    Maurício

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  2. Ulises Lovera Gaona 06/05/2009 a 00:25

    Hola Eduardo: Mis felicitaciones por el blog.
    Comparto totalmente contigo en tus expresiones. La FAO y otros organismos internacionales, por lo menos en los últimos años, simplemente nos han tirado cifras estadísiticas, muy precisas por cierto y que sirven de excelente información secundaria para estudios más detallados, pero en sus evaluaciones, principalmente, nos han dicho, por lo general lo obvio, lo que ya sabemos y sus recomendaciones pocas veces son claras. En síntensis, nos cuentan lo que pasa pero no se aminan a dar propuestas e ideas concretas para revertir la situación.

    Saludos

    Ulises

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  3. ayreaccion 06/05/2009 a 12:46

    A propósito de esta nota, mi amigo Ricardo Carrere, del Movimiento Mundial por los Bosques (WRM), me advierte que en el último boletín de noticias de esa ortganización se presenta un editorial y un artículo sobre el informa de FAO. El boletín del WRM está disponible en http://www.wrm.org.uy/boletin/141/opinion.html
    Gracias por el aporte.
    E. Gudynas.

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  4. el apereá 22/06/2009 a 00:12

    cada vez que leo que un pais se hace de la bandera de la forestación que quede claro que no es para mantener en equilibrio el ecosistema, y eso queda claro en el boletín del WRM, sino que es simplemente para seguir consumiendo más!!!!!!!. Yo me pregunto hasta cuándo? Que ganamos con plantar tres o cuatro árboles si también vamos a construir tres o cuatro papeleras y deforestar un par de hectáreas más? SIMPLEMENTE ESTAMOS CREANDO UNA SOLUCION PARA DISMINUIR LOS PROBLEMAS QUE VAMOS A CREAR…ES COMO MODIFICAR GENÉTICAMENTE LAS PLANTAS PARA PODER SEGUIR UTILIZANDO LOS HERBICIDAS…

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  5. Pingback: Ecología y Conservación » La crisis ambiental latinoamericana: es grave, no puede ser minimizada, y requiere respuestas urgentes

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